martes, 6 de diciembre de 2011

La escritura en mi vida.

La escritura ha sido la acompañante necesaria en un cambio profundo de la sociedad como es el paso de la sociedad cazadora-recolectora a la sociedad agricultora-ganadera. La aparición de la escritura está ligada a la aparición de la división social. Es por ello, que las primeras escrituras aparecieron en los templos, donde se localizaba la clase sacerdotal. Los sacerdotes se encargaban de la contabilidad y la administración de los impuestos, utilizando para ello unas tablillas de arcilla, donde el número tenía más peso que la letra. Estas tablillas suponen el origen de la escritura cuneiforme y las más antiguas fueron encontradas en el templo de Uruk. Sin la escritura, los sacerdotes no habrían podido establecer su situación de privilegio y su papel organizador del pueblo. Con este tipo de escritura se formalizan las divisiones sociales, por su función sancionadora y normativa.

Obra de teatro

TRES CABEZAS


 


En el pueblo


 


Tres hombres están sentados y MUJER 1 está barriendo el patio.

HOMBRE 1: Bueno, yo les llamé a esta reunión porque, como saben, aquí tenemos un problema en común.
   
HOMBRE 2: Sí. El de las gallinas. Anoche perdí otra.
   
HOMBRE 3: Yo ya he perdido seis.
   
HOMBRE 1: Anoche también tuve visita. Ya no me quedan sino dos gallinas. Entonces pienso que juntos podemos solucionar el problema.
   
HOMBRE 2: Si. Tres cabezas son mejor que una.
   
HOMBRE 3: ¿Entonces, qué hacemos?
   
HOMBRE 2: ¿Qué tal si nos turnamos haciendo vigilancia. Cada noche uno de nosotros da la vuelta por la vecindad?
   
HOMBRE 3: Hombre, no me gusta trasnochar. Cansa mucho y todos tenemos que trabajar de día.
   
HOMBRE 1: Mira, todo eso empezó cuando llegaron los nuevos vecinos aquí. Antes no perdimos ni una gallina.
   
HOMBRE 2: Verdad. Y este señor es como raro.
   
HOMBRE 3: Si, casi no habla. Será que él nos está llevando los pollitos?
   
HOMBRE 1: Pues, quién más puede ser?
   
HOMBRE 2: Entonces, qué hacemos?
   
HOMBRE 1: Me parece que lo más correcto es irnos a la inspección de policía y registrar una queja.
   
MUJER 1: Anoche escuché pasos en el techo y no eran pasos humanos.
   
HOMBRE 1: Ay, mija, entonces nos está visitando un espanto.
   
HOMBRE 2: Un bulto esta acabando con las gallinas. Ja, ja, ja.
   
MUJER 1: Pues, pensé más bien un zorrochucho.
   
HOMBRE 3: Ja, ja, ja. Un fantasma ladrón. Tal vez hace sancocho de gallina para los difuntos en el cementerio. Ja, ja, ja.
   
HOMBRE 1: Bueno, entonces. Estamos de acuerdo?
   
HOMBRE 2: Sí, hombre. Hay que ponerle fin a esto.
   
HOMBRE 3: Entonces, vamos al inspector?
   
HOMBRE 1: Sí, vamos.
   
  (Salen los tres hombres. MUJER 1 encoge sus hombros, sigue barriendo y sale. Después entran los tres hombres y MUJER 2 empieza a preparar la comida)
   
HOMBRE 2: Qué bueno que han venido. Hace tiempo que no nos reunimos.
   
HOMBRE 1: Si, de vez en cuando debemos hablar juntos sobre las cosas de la vecindad.
   
HOMBRE 3: Así se resuelven mejor los problemas.
   
HOMBRE 2: Sí, tres cabezas son mejor que una.
   
HOMBRE 1: Bueno, ojalá esta vez sea mejor que la última decisión que hicimos.
   
HOMBRE 2: Verdad. Ay qué pena con el nuevo vecino.
   
HOMBRE 3: Hombre, después de que el inspector lo lleva preso, esa misma noche encuentro un zorrochucho comiendo mis gallinas.
   
HOMBRE 1: Y nos costó trabajo hacer la paz con él después.
   
HOMBRE 2: Menos mal que no es un hombre rencoroso.
   
HOMBRE 3: No sé por qué no se nos ocurrió que podría ser un zorrochucho.
   
HOMBRE 1: A mi me pasó por la mente, pero...
   
HOMBRE 2: A mi también. Algo me dijo...
   
HOMBRE 3: Hombre, no fue tu esposa que dijo...
   
HOMBRE 1: Bueno, y cuál es el tema hoy?
   
HOMBRE 2: Es sobre la juventud. A mi me preocupa lo que está pasando.
   
HOMBRE 3: A mi también. No encuentran cómo divertirse sanamente y me parece que están metiendo droga.
   
HOMBRE 2: Yo no sé de dónde cogieron tan malas costumbres. (a MUJER 2) Mija, tráiganos tres cervezas.
   
HOMBRE 1: Y con ese lote desocupado y lleno de monte. Es un lugar perfecto para esconderse y hacer todo lo que no se debe hacer.
   
HOMBRE 2: Sí, creo que allí van parejas también.
   
HOMBRE 3: De quién es ese lote? 
   
HOMBRE 1: Creo que es del municipio. O sea, no es de nadie.
   
HOMBRE 2: Entonces, qué hacemos?
   
HOMBRE 3: Podríamos cercarlo con alambre de púa.
   
MUJER 2: (Trayendo la cerveza) A mí me parece que este lote tiene la medida de una cancha de fútbol.
   
HOMBRE 2: Hombre, el partido! Va a empezar en diez minutos.
   
HOMBRE 1: Si, entonces, estamos de acuerdo? Cercamos el lote?
   
HOMBRE 3: Pero eso va a llevar mucho alambre y tiene que ser alto o si no, los jóvenes pueden saltarlo.
   
HOMBRE 2: Pero si es para nuestro hijos, debemos hacer el gasto.
   
HOMBRE 1: De acuerdo. Prende el televisor.
   
  (MUJER 2 encoge sus hombros. Salen todos. Luego entran los tres hombres y se sientan)
   
HOMBRE 3: Hoy les he llamado porque tenemos otro problema en la vecindad.
   
HOMBRE 1: Ojalá esta vez nos salga más barata la solución. Esa cerca de alambre de púa casi me quiebra.
   
HOMBRE 2: Ay, hombre. Y después viene el municipio y quita todo para hacer una cancha de fútbol.
   
HOMBRE 3: Que fue muy bueno para la juventud, pero... por qué no pensamos en esto antes de hacer semejante inversión?
   
HOMBRE 2: A mi me pasó por la mente, pero...
   
HOMBRE 1: A mi también, algo me dijo...
   
HOMBRE 3: Hombre, no fue tu mujer que...? Mira, antes de seguir vamos a llamar a nuestras señoras.
   
HOMBRE 2: Si, si. Seis cabezas mejor que tres.
   
  (Salen los tres hombres y regresan con sus esposas. Todos se sientan)
   
HOMBRE 3: Hemos llamado a todos para hablar del problema del desagüe aquí en la vecindad.
   
  (Los hombres empiezan a hablar a la vez. Después se quedan callados y miran hacia sus esposas)
   
HOMBRE 3: Bueno, les toca a las damas.
   
HOMBRE 2: Sí. Qué opinan Uds.?
   
HOMBRE 1: Aquí las estamos escuchando.




FIN

viernes, 18 de noviembre de 2011

Obra de teatro. 3 Actos

Esta noche hay eclipse de sol.
Obra de teatro en tres actos en la que se analiza si es posible cambiar este mundo y también porque nos cuesta tanto hacerlo.
1º Acto.
Mi marido me ha pegado. Pero yo sé que "otro mundo es posible". En la empresa en que trabajo quieren hacer reducción de plantilla. Pero yo sé que "otro mundo es posible"... La lluvia ha decidido que no dejará de caer hasta que el mar sea dulce. La humedad de mi casa me sale por los oídos. Pero yo sé que "otro mundo es posible". Sí, efectivamente, "otro mundo es posible". Lo ha dicho la secretaria de la Federación de ONGs. Lo ha dicho el secretario general... de no me acuerdo qué partido. Por cierto. el partido de fútbol va a empezar dentro de nada. Lo dicen todas las personas serias y responsables. Intento pensar que "otro mundo es posible". Sí, es verdad. Yo puedo pensar que puede existir un mundo mejor que éste. Exactamente no sé qué significa la palabra mejor. Siempre he estado en esta cloaca. Espero que gane mi equipo para tener una pequeña ilusión. ¿Ilusión viene de iluso? Para cambiar este mundo me han dicho que es necesario tomar unas medidas concretas. Son éstas: globalizar los derechos sociales y laborales, fiscalizar los flujos especulativos de capital (creo que no voy a poder contener mi risa). Y, sobre todo: profundizar en la democracia representativa. ¿Iluso viene de ilusión o de fraude? Me recuerda el cuento de la lechera. Un día la Sra Sociedad se dijo a sí misma: democratizaré la economía y entonces podré poner la economía al servicio del hombre y entonces podré... pero el lobo (que era el Neoliberalismo) se la comió... Me parece que me he confundido de cuento. Ciertamente "otro mundo es posible" es una consigna bonita. Cuando la pronuncio poco a poco siento que mis mandíbulas se relajan. Me siento feliz y buena persona. Una gran paz invade todos mis huesos. Además, "otro mundo es posible" me lava la conciencia y puedo así seguir viviendo esta mierda de vida. "Otro mundo es posible" lava más blanco. Me gusta. Da sentido a mi vida. Las ONGs, los sindicatos (de clase) y los partidos políticos que viven gracias al dinero del Estado son especialistas en vender futuro. Yo creo en ellos porque tienen mucho futuro. Yo creo en todo lo que haga falta. Pero yo estoy solo y no quiero sentir que me muero poco a poco, que me muero poco a poco...
2º Acto.
Un grito ha irrumpido en Barcelona:
dinero gratis. En el reparto de los libros expropiados durante el reciente Reclaim the Streets, la música que nos hacía bailar era la del dinero gratis. En la pared de un banco cuyos cristales fueron rotos, una mano había escrito: dinero gratis. Ante la Bolsa cientos de manifestantes con dinero gratis en sus cuerpos. afirmaron nosotros somos la vida. Dinero gratis ha estado en la calle, en los periódicos e incluso en la televisión. Pero nadie ha hablado de él. ¿Se puede hablar del viento? El viento limpia el mundo de horizontes. Y con los
horizontes se marcha también el miedo. Entonces se puede ver que el
Desde la afirmación del
3º Acto.
Pero vosotros ¿Quién sois?
Nosotros somos los desesperados.
¿Por qué estáis desesperados?
Porque ya no esperamos nada.
Es imposible no esperar nada.
Es verdad. Debemos esperar algo.
De una vez ¿Decid quién sois?
Nosotros somos y no somos. Ningún nombre es capaz de identificarnos.
Os creéis muy inteligentes escribiendo de modo que nadie os entiende. ¿Por qué mezcláis ideas políticas con imágenes poéticas?
Porque el lenguaje corriente no nos sirve. Las palabras trabajan para el poder. Hay que reinventar el lenguaje para poder afirmar que rechazamos absolutamente esta sociedad.
¿Sois utópicos?
Parece que no has entendido nada. Las utopías no nos interesan. Las utopías son hoy el falso motor de un falso movimiento.
dinero gratis no se opone a "otro mundo es posible": sencillamente lo desconstruye. Lo vacía de ingenuidad, le saca toda autocomplacencia. Pero, sobre todo, denuncia bien alto su función adormecedora. "Otro mundo es posible" es la canción de cuna que nos cantan los que desean que nada cambie: hay que negociar con la realidad, hay que ser constructivos... Hoy día no existe peor acusación que la de no ser constructivo. ¡Nos gustaría tanto ser positivos! ¡Nos gustaría tanto ser arrullados por estos estribillos! El desarrollo sostenible es la eterna primavera del capital. La ecología es su mala conciencia. El consenso democrático no es más que la censura cuando todo se puede decir... La única pregunta interesante es: ¿cuánto autoengaño necesito para soportar esta existencia miserable? dinero gratis la consigna "otro mundo es posible" se cambia en: "Este mundo no es el nuestro". Y el que se atreve a decir que "este mundo no es el nuestro" no volverá jamás a vivir tranquilo. Porque ya no podrá refugiarse en la cómoda defensa de una alternativa. Porque sabrá perfectamente que para criticar este mundo no se necesita ningún mundo de repuesto. El dinero gratis es un grito de guerra que cuando se pronuncia abre las encías y deja sabor de sangre. Ante él nos hallamos desnudos. Nuestros pensamientos se desnudan, nuestros sentimientos se desnudan. Y, entonces, sólo queda el asco. El asco ante la vida que llevo. El asco ante lo que yo soy. Y el querer vivir...
¡Siempre lo encontráis todo mal!
Sí. Lo encontramos todo mal. Empezando por nosotros mismos. Estamos mal con nosotros mismos porque no encajamos en este mundo. Más exactamente. No queremos encajar, queremos hacernos incompatibles. La única alternativa que admitimos es esta: la realidad o nuestro querer vivir
¿Qué pretendéis entonces?
Restituir el orgullo de poder estar solos para así abrirnos a los demás.
¿Y qué tiene que ver todo esto con el
Defendemos y necesitamos
dinero gratis ? el dinero gratis porque no tenemos suficientes vidas para vivir todo lo que queremos vivir.

martes, 15 de noviembre de 2011

Obra de teatro

TRES CABEZAS


 


En el pueblo


 


Tres hombres están sentados y MUJER 1 está barriendo el patio.

HOMBRE 1: Bueno, yo les llamé a esta reunión porque, como saben, aquí tenemos un problema en común.
   
HOMBRE 2: Sí. El de las gallinas. Anoche perdí otra.
   
HOMBRE 3: Yo ya he perdido seis.
   
HOMBRE 1: Anoche también tuve visita. Ya no me quedan sino dos gallinas. Entonces pienso que juntos podemos solucionar el problema.
   
HOMBRE 2: Si. Tres cabezas son mejor que una.
   
HOMBRE 3: ¿Entonces, qué hacemos?
   
HOMBRE 2: ¿Qué tal si nos turnamos haciendo vigilancia. Cada noche uno de nosotros da la vuelta por la vecindad?
   
HOMBRE 3: Hombre, no me gusta trasnochar. Cansa mucho y todos tenemos que trabajar de día.
   
HOMBRE 1: Mira, todo eso empezó cuando llegaron los nuevos vecinos aquí. Antes no perdimos ni una gallina.
   
HOMBRE 2: Verdad. Y este señor es como raro.
   
HOMBRE 3: Si, casi no habla. Será que él nos está llevando los pollitos?
   
HOMBRE 1: Pues, quién más puede ser?
   
HOMBRE 2: Entonces, qué hacemos?
   
HOMBRE 1: Me parece que lo más correcto es irnos a la inspección de policía y registrar una queja.
   
MUJER 1: Anoche escuché pasos en el techo y no eran pasos humanos.
   
HOMBRE 1: Ay, mija, entonces nos está visitando un espanto.
   
HOMBRE 2: Un bulto esta acabando con las gallinas. Ja, ja, ja.
   
MUJER 1: Pues, pensé más bien un zorrochucho.
   
HOMBRE 3: Ja, ja, ja. Un fantasma ladrón. Tal vez hace sancocho de gallina para los difuntos en el cementerio. Ja, ja, ja.
   
HOMBRE 1: Bueno, entonces. Estamos de acuerdo?
   
HOMBRE 2: Sí, hombre. Hay que ponerle fin a esto.
   
HOMBRE 3: Entonces, vamos al inspector?
   
HOMBRE 1: Sí, vamos.
   
  (Salen los tres hombres. MUJER 1 encoge sus hombros, sigue barriendo y sale. Después entran los tres hombres y MUJER 2 empieza a preparar la comida)
   
HOMBRE 2: Qué bueno que han venido. Hace tiempo que no nos reunimos.
   
HOMBRE 1: Si, de vez en cuando debemos hablar juntos sobre las cosas de la vecindad.
   
HOMBRE 3: Así se resuelven mejor los problemas.
   
HOMBRE 2: Sí, tres cabezas son mejor que una.
   
HOMBRE 1: Bueno, ojalá esta vez sea mejor que la última decisión que hicimos.
   
HOMBRE 2: Verdad. Ay qué pena con el nuevo vecino.
   
HOMBRE 3: Hombre, después de que el inspector lo lleva preso, esa misma noche encuentro un zorrochucho comiendo mis gallinas.
   
HOMBRE 1: Y nos costó trabajo hacer la paz con él después.
   
HOMBRE 2: Menos mal que no es un hombre rencoroso.
   
HOMBRE 3: No sé por qué no se nos ocurrió que podría ser un zorrochucho.
   
HOMBRE 1: A mi me pasó por la mente, pero...
   
HOMBRE 2: A mi también. Algo me dijo...
   
HOMBRE 3: Hombre, no fue tu esposa que dijo...
   
HOMBRE 1: Bueno, y cuál es el tema hoy?
   
HOMBRE 2: Es sobre la juventud. A mi me preocupa lo que está pasando.
   
HOMBRE 3: A mi también. No encuentran cómo divertirse sanamente y me parece que están metiendo droga.
   
HOMBRE 2: Yo no sé de dónde cogieron tan malas costumbres. (a MUJER 2) Mija, tráiganos tres cervezas.
   
HOMBRE 1: Y con ese lote desocupado y lleno de monte. Es un lugar perfecto para esconderse y hacer todo lo que no se debe hacer.
   
HOMBRE 2: Sí, creo que allí van parejas también.
   
HOMBRE 3: De quién es ese lote? 
   
HOMBRE 1: Creo que es del municipio. O sea, no es de nadie.
   
HOMBRE 2: Entonces, qué hacemos?
   
HOMBRE 3: Podríamos cercarlo con alambre de púa.
   
MUJER 2: (Trayendo la cerveza) A mí me parece que este lote tiene la medida de una cancha de fútbol.
   
HOMBRE 2: Hombre, el partido! Va a empezar en diez minutos.
   
HOMBRE 1: Si, entonces, estamos de acuerdo? Cercamos el lote?
   
HOMBRE 3: Pero eso va a llevar mucho alambre y tiene que ser alto o si no, los jóvenes pueden saltarlo.
   
HOMBRE 2: Pero si es para nuestro hijos, debemos hacer el gasto.
   
HOMBRE 1: De acuerdo. Prende el televisor.
   
  (MUJER 2 encoge sus hombros. Salen todos. Luego entran los tres hombres y se sientan)
   
HOMBRE 3: Hoy les he llamado porque tenemos otro problema en la vecindad.
   
HOMBRE 1: Ojalá esta vez nos salga más barata la solución. Esa cerca de alambre de púa casi me quiebra.
   
HOMBRE 2: Ay, hombre. Y después viene el municipio y quita todo para hacer una cancha de fútbol.
   
HOMBRE 3: Que fue muy bueno para la juventud, pero... por qué no pensamos en esto antes de hacer semejante inversión?
   
HOMBRE 2: A mi me pasó por la mente, pero...
   
HOMBRE 1: A mi también, algo me dijo...
   
HOMBRE 3: Hombre, no fue tu mujer que...? Mira, antes de seguir vamos a llamar a nuestras señoras.
   
HOMBRE 2: Si, si. Seis cabezas mejor que tres.
   
  (Salen los tres hombres y regresan con sus esposas. Todos se sientan)
   
HOMBRE 3: Hemos llamado a todos para hablar del problema del desagüe aquí en la vecindad.
   
  (Los hombres empiezan a hablar a la vez. Después se quedan callados y miran hacia sus esposas)
   
HOMBRE 3: Bueno, les toca a las damas.
   
HOMBRE 2: Sí. Qué opinan Uds.?
   
HOMBRE 1: Aquí las estamos escuchando.




FIN

SAINETE

Un sainete es una pieza dramática jocosa en un acto y normalmente de carácter popular, que se representaba como intermedio de una función o al final. Sustituye al entremés en los siglos XVIII, XIX y XX.

INICIOS DEL TEATRO

Teatro occidental
Aunque los orígenes del teatro occidental sean desconocidos, la mayor parte de las teorías lo sitúan en ciertos ritos y prácticas religiosas de la antigüedad; aún hoy día ese tipo de rituales siguen cargados de elementos teatrales. Las diferentes teorías atribuyen los orígenes a múltiples prácticas: ritos antiguos de fertilidad, celebración de la cosecha, chamanismo y otras fuentes similares.
Teatro clásico
El primer periodo en teoría teatral occidental se denomina clásico, porque comprende el teatro de las civilizaciones clásicas, de las antiguas Grecia y Roma, y las obras están escritas en las lenguas clásicas, griego o latín.
Teatro del siglo XX
Desde el renacimiento en adelante, el teatro parece haberse esforzado en pos de un realismo total, o al menos en la ilusión de la realidad. Una vez alcanzado ese objetivo, a finales del siglo XIX, una reacción antirrealista en diversos niveles irrumpió en el mundo de la escena.
Teatro contemporáneo
Aunque el realismo puro dejó de dominar la escena popular después de la Primera Guerra Mundial, el teatro realista continuó vivo en el ámbito comercial, sobre todo en los Estados Unidos. Sin embargo, el objetivo parecía ser el realismo sicológico, y se emplearon para este fin recursos dramáticos y escénicos no realistas.

Las obras de Arthur Miller y Tennessee Williams utilizaban, por ejemplo, escenas basadas en la memoria, secuencias sobre sueños, personajes puramente simbólicos, proyecciones y otros recursos similares. Incluso los trabajos tardíos de O'Neill —obras claramente realistas como Largo viaje de un día hacia la noche (producida en 1956)— incorporan diálogos poéticos y un fondo sonoro cuidadosamente orquestado para suavizar el realismo crudo. La escenografía era más sugerente que realista. El teatro europeo no se hallaba tan mediatizado por el realismo sicológico y su preocupación se centraba más en los juegos de ideas, tal y como evidencian las obras del dramaturgo italiano Luigi Pirandello, los autores franceses Jean Anouilh y Jean Giraudoux y el belga Michel de Ghelderode.
En Inglaterra, durante los años cincuenta, la obra Mirando hacia atrás con ira (1956), de John Osborne, se convirtió en estandarte de la protesta de jóvenes airados en el periodo de posguerra; en la década de 1970, una trilogía sobre Vietnam, del autor estadounidense David Rabe, expresaba la ira y la frustración de muchas personas contra esa guerra. Bajo la influencia de Brecht, muchos dramaturgos alemanes escribieron obras documentales que, basadas en hechos reales, exploraban las obligaciones morales de los individuos con ellos mismos y la sociedad. Un ejemplo es la obra El vicario (1963), de Rolf Hochhuth, que provocó una gran polémica en su época ya que se acusa al papa Pío XII de haberse inhibido ante el exterminio de seis millones de judíos en los campos de concentración nazis.
Muchos dramaturgos de 1960 y 1970 —Sam Shepard en Estados Unidos, Peter Handke en Austria, Tom Stoppard en Inglaterra— creaban obras en torno al lenguaje: el lenguaje como juego, el lenguaje como sonido, el lenguaje como barrera, el lenguaje como reflejo de la sociedad. A veces, en sus obras, el diálogo puede leerse como un mero intercambio racional de información. Muchos autores teatrales reflejaron también la frustración de la sociedad frente a un mundo destructivo aparentemente incontrolable.
Entre 1970 y 1990 se produjo un retorno al naturalismo que se hacía eco de un movimiento artístico conocido como fotorrealismo. Ejemplificado por obras como American Buffalo (1976), de David Mamet, donde la acción es mínima y el centro de interés está en personajes mundanos y en los hechos que los circundan. El lenguaje es fragmentario, como la conversación cotidiana. Los escenarios no se distinguen de la realidad. El énfasis sobre fragmentos de realidad en apariencia sin significado propicia una cualidad de absurdo, semejante a la pesadilla: podemos encontrar características similares en autores como Stephen Poliakoff. Un osado realismo social combinado con un oscuro humor ha sido asimismo muy popular; esta corriente puede observarse en trabajos muy diferentes como los de Alan Ayckbourn, Mike Leigh, Michael Frayn, Alan Bleasdale y Dennis Potter.

Pero lo más destacado de estos años es la consolidación de los grupos teatrales que aparecieron en los años sesenta.
El teatro en Latinoamérica
Se tienen pocas y vagas nociones de cómo pudieron haber sido las manifestaciones escénicas de los pueblos precolombinos, pues la mayor parte de éstas consistían en rituales religiosos. Más tarde, con la conquista española, los esfuerzos por borrar la antigua identidad para la implantación eficaz de la nueva religión, o bien destruyeron los vestigios culturales primigenios o estos se fundieron en un sincretismo con los europeos, con lo cual muestran hoy aspectos singulares que no se corresponden ni con las culturas indígenas ni con las hispánicas. Tal es el caso de las celebraciones religiosas populares de Semana Santa en Iztapalapa y en Taxco o en la celebración del Día de los Muertos en México.
Existe, sin embargo, un único texto dramático maya, descubierto en 1850, el Rabinal Achí, que narra el combate de dos guerreros legendarios que se enfrentan a muerte en una batalla ceremonial. Su representación depende de distintos elementos espectaculares como el vestuario, la música, la danza y la expresión corporal.
A partir de la época colonial, el teatro se basa sobre todo en los modelos procedentes de España. En México destacó sor Juan Inés de la Cruz, autora de Los empeños de una casa, comedia de enredos que recoge la profunda influencia de Calderón de la Barca; Amor es más laberinto, en la cual se acogen los rasgos de los autos sacramentales; El cetro de José y El divino Narciso, autos sacramentales en los que aparecen ya personajes mexicanos, pues la acción del resto de las obras transcurre en Madrid y la protagonizan personajes típicos de las comedias españolas de la época.

Aunque nacido en Taxco, México, Juan Ruiz de Alarcón  realizó sus estudios en España. Su obra, escrita según los modelos clasicistas, se diferencia de la de sus contemporáneos en un mayor cuidado formal en las tramas y los versos. En sus obras, los vicios son siempre condenados, a la manera de un final feliz y ejemplificador, contra la pauta de las comedias nuevas de los españoles Lope de Vega, Tirso de Molina, Guillén de Castro, Francisco de Rojas, Zorrilla, entre otros, que solían sacar consecuencias modélicas de situaciones donde los valores cristianos bordeaban ambiguos e incluso peligrosos límites.
No es hasta mediados del siglo XX cuando el teatro latinoamericano ha adquirido cierta personalidad, al tratar temas propios tomando como punto de partida la realidad del espectador a quien va destinado.
El advenimiento de las teorías brechtianas ha conquistado un buen campo de cultivo en Latinoamérica, aquejada de problemas políticos y necesitada de concienciación de sus habitantes. De ahí han surgido teóricos y dramaturgos como el colombiano Enrique Buenaventura y el trabajo realizado en el Teatro Experimental de Cali (TEC); Augusto Boal, en Brasil, quien ha desarrollado técnicas de teatro callejero y para obreros en su texto Teatro del oprimido. Grupos como Rajatabla y La Candelaria se han preocupado además por realizar un teatro que sirva como medio de discusión de la realidad social, sin dejar al margen el aspecto espectacular y estético del drama.


El Teatro